Alcaraz rearma el saque para completar su lista de Grand Slam con el Open de Australia
El tenista murciano da una vuelta de tuerca a su servicio para sacar de manera más dinámica
Ha añadido cinco gramos más de peso en la zona neutra de su raqueta
La guía para entender el Open de Australia: dónde se juega, todos los ganadores, partidos, cuadro…
Carlos Alcaraz desfila por las tripas de la Rod Laver Arena apurando con partidos de exhibición su puesta a punto de cara al debut en el Open de Australia, ante Shevchenko. De Miñaur y Popyrin son los compañeros de bolo del murciano, que en ambos enfrentamientos luce un nuevo servicio. «He cambiado un poco el movimiento», reconoce el joven después del quinto juego, cuando ya ha demostrado más potencia y velocidad al saque.
A sus 21 años y con dos Grand Slams bajo el brazo, no hay demasiado espacio para la revolución en sus golpes. Con la derecha y el revés suficientemente desarrollados, hay uno que capta toda su atención: el saque, su talón de Áquiles. Durante su carrera ha tenido partidos inspirados, como en Wimbledon 2022, cuando sumó 30 aces contra Jan-Lennart Struff o el año pasado en Madrid, cuando alcanzó los 225 kms/h ante Alexander Zverev, pero no la continuidad necesaria.
El saque siempre se ha considerado su aspecto con mayor margen de mejora. «Juan Carlos Ferrero le pide que, sin perder su velocidad y su fuerza, sea más consistente. Que meta más buenos saques seguidos», confesaba Antonio Cascales, director de la Ferrero Tennis Academy. En este 2025 luce una técnica evolucionada.
En sus orígenes comenzó realizando dos paradas, el pasado mes de junio lo redujo a una y en este inicio de 2025 ha eliminado todas. «Es un cambio que me viene bien para impactar a la bola más arriba y así ganar dirección y potencia», explicó el murciano. Su swing es ahora más dinámico, con más ritmo y mayor potencia.
La evolución de Alcaraz
Vuelta de tuerca al saque durante la pretemporada. Ya no hay paradas, todo es más rápido. Para instaurar la nueva técnica ha realizado ejercicios con conos que emulaban la raqueta y el uso de una pequeña canasta de baloncesto para medir la altura. En 2024 se impuso en un 85% de los juegos al servicio. En 2025 busca aumentar dicho porcentaje con este cambio.
Durante los dos partidos de exhibición contra De Miñaur y Popyrin. Se atisbó la nueva técnico de Alcaraz al servicio, aunque todavía necesita testarlo en un partido oficial con la presión que eso conlleva. La mejora deberá notarse más en los primeros servicios que los segundos. Está lejos de Sinner y Zverev en lo que a saques directos se refiere.
Apenas 4,7 por partidos por los 7,4 del italiano y 9,4 del tenista alemán. Con el segundo servicio se mostró más sólido. También ha introducido más peso en su raqueta, cinco gramos más en la zona neutra repartidos mediante cintas de plomo. Medida que le permitirá contrarrestar el juego de Sinner y Zverev y que utilizan los tenistas que buscan un golpeo más plano.
Aplicado en el saque, Alcaraz desfilará en el Open de Australia este domingo ante Shevchenko. Un torneo en el que persigue la hazaña de consagrarse como el tenista más joven de la historia en coronar los cuatro Grand Slam. «Quiero tatuarme Australia, es mi gran objetivo para 2025», aseguró. Alcaraz se rearma para conquistar las antípodas, territorio desconocido en su vitrina.